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La licencia de actividad (también llamada licencia de apertura) es un trámite obligatorio que toda empresa, comercio o industria debe obtener antes de iniciar su funcionamiento. Esta autorización, concedida por el Ayuntamiento, certifica que el local cumple con los requisitos legales en materia de:
Seguridad: Normativas como el Código Técnico de la Edificación (CTE), Reglamento Electrotécnico (REBT), etc.
Urbanismo: Zonificación y ordenanzas municipales.
Medio ambiente y salud pública: Prevención de contaminación acústica, emisiones, higiene, etc.
Su objetivo es garantizar que la actividad no perjudique al entorno ni a los vecinos, regulando, por ejemplo, la ubicación de negocios potencialmente molestos (talleres, bares, industrias) fuera de zonas residenciales.
Toda actividad económica que opere en un local o nave industrial debe solicitar la licencia, excepto en estos casos:
Actividades en domicilios particulares: Siempre que no generen molestias (ruidos, vibraciones, olores) ni realicen venta directa al público.
Reaperturas de negocios idénticos: Si no hay cambios en el tipo de actividad, dimensiones o instalaciones.
✅ Apertura de un local sin uso comercial previo.
✅ Cambio de actividad (ej.: de tienda a restaurante).
✅ Reformas que alteren las instalaciones o aforo (ej.: ampliación de un bar).
El Ayuntamiento evaluará:
Ubicación:
El local debe estar en zona permitida para esa actividad (ej.: no se autorizará un taller mecánico en una calle residencial).
Accesibilidad:
Cumplir con la normativa de accesibilidad universal (rampas, puertas anchas, baños adaptados, etc.).
Instalaciones técnicas:
Electricidad, fontanería, climatización y gas deben ajustarse a reglamentos como el RITE (Instalaciones Térmicas) o el RSCI (Seguridad contra Incendios).
Impacto ambiental:
Control de ruidos, emisiones, residuos y ventilación (clave para bares, fábricas o peluquerías).
Dependiendo del riesgo o complejidad del negocio, el proceso puede ser:
Licencia ordinaria: Para actividades con mayores exigencias (restaurantes, gasolineras, industrias). Requiere proyecto técnico y plazo de resolución más largo.
Declaración Responsable: Para negocios de bajo impacto (tiendas, oficinas). Basta con una comunicación al Ayuntamiento, que podrá auditar el local posteriormente.
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