Las licencias municipales son autorizaciones que concede el ayuntamiento para ejercer una actividad económica o realizar determinadas obras. Se trata de un requisito legal indispensable para garantizar que el negocio cumple con la normativa urbanística, ambiental y sectorial aplicable. Entre las más comunes se encuentran la licencia de actividad, la licencia de obras y la licencia de ocupación de vía pública.
Para obtener estas licencias, es necesario presentar una documentación específica, cuya complejidad varía en función del tipo de actividad y sus posibles impactos.
En el caso de emprendedores, autónomos y pymes, los trámites más habituales para legalizar un negocio se dividen en dos modalidades principales:
Licencia de actividad
Declaración responsable de actividad
Este procedimiento se utiliza para actividades económicas exentas de calificación ambiental y que están sujetas al marco normativo autonómico aplicable. Mediante este documento, el titular declara bajo su responsabilidad que cumple con todos los requisitos legales para operar.
Es obligatoria para actividades que requieren autorización previa por su posible impacto ambiental, seguridad o afección al entorno. Algunos ejemplos incluyen:
Locales de hostelería con música o terraza.
Gimnasios y centros deportivos.
Talleres mecánicos o industrias.
Establecimientos con riesgo de incendio o contaminación.
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